

Aprender un idioma es un proceso largo y en continua transformación. Cuando hablamos de aprender inglés, en realidad, normalmente no nos referimos a que nuestra gramática, pronunciación y comprensión sean impolutas, sino que podamos establecer una conversación, entender qué se nos está transmitiendo y ser capaces de responder de manera segura y fluida. En el artículo de hoy vamos a reflexionar sobre algunas de estas cuestiones.
Si tuviéramos que dar algunos consejos sobre cómo aprender inglés de manera más rápida, deberíamos tener en cuenta la premisa anterior: Lo más importante en el proceso de aprendizaje es lanzarse a hacerlo y estar decididos a ello. Por eso, aconsejamos dejar a un lado esa vergüenza inicial a cometer algún error. ¡No pasa nada si fallamos en alguna estructura gramatical! Es normal que al principio no nos sintamos con toda la seguridad, pero poco a poco iremos entrenando esta habilidad.
Para comenzar a practicar, un buen truco es dejar un poco de lado la lectura y la escritura, al contrario de lo que pueda parecer. Aunque por supuesto que son competencias fundamentales, si todavía no tenemos nociones básicas en inglés no sabremos cómo se pronuncian las palabras que leemos, y esto puede ser problemático al no contar con referencias. Una buena solución sería que nos enfoquemos, sobre todo, en hablar y escuchar.
Por este motivo, otro consejo en la misma línea es no obsesionarse con la gramática: para consultarla, siempre podemos acudir a apps como Reverso.net, pues lo importante en este método es que aprendamos haciendo y diciendo. Complementar nuestro aprendizaje con aplicaciones para aprender inglés una buena técnica.
En este sentido, volvemos a enlazar con el primer consejo: Tu pronunciación puede no ser perfecta y está bien, no te martirices. Escucha vídeos y conversaciones en inglés, intenta interiorizar los diálogos, y para conseguir hablar, el truco es sencillo: ¡Habla!
En relación a todo ello, en cuanto a tu seguridad, esta irá aumentando a medida que lo hagas. Por eso, habla aun sabiendo que tal vez cometas algún error gramatical, integra esos pequeños fallos como parte del proceso y sobre todo, trabaja día a día para no buscar la corrección. Deja las conversaciones fluir y progresivamente te irás dando cuenta que has conseguido una buena comunicación en inglés.
Por último, es necesario recordar que para conseguir nuestro objetivo de una forma más rápida y completa es muy útil que nos planteemos un método de estudio, es decir, una organización o estructura que nos permita ir avanzando en nuestro propósito, afianzar los conocimientos previos que teníamos y los que hemos ido adquiriendo y que nos permita evaluar los progresos que hemos logrado.
Por eso es tan recomendable asistir a clases de inglés con nuestro esquema mental preparado: se suele decir que muchas personas “funcionan mejor bajo presión”, y aunque aprender un idioma se trate de una carrera de fondo, marcarnos objetivos a corto plazo podría contribuir a que tengamos una dosis de motivación extra para conseguir dominar el idioma en el menor tiempo posible.